jueves, 30 de octubre de 2008

Artes Escénicas

Para estudiar las artes escénicas primero tenemos que dividirlas en dos, el teatro y el baile:
En cuanto al teatro debemos empezar recordando que el teatro de esta epoca es la continuacion de lo empezado siglos atras, por lo que podemos comenzar diciendo que El Coliseo de Caracas fue destruido por el terremoto de marzo de 1812, quedando suspendidas totalmente las actividades teatrales durante la Guerra de Independencia. Las representaciones dramáticas fueron en cierta medida sustituidas por actos cívicos y las entradas triunfales en las ciudades, así como por la realización de cuadros vivos con figuras simbólicas. Uno de estos últimos se hizo en Barrancas, a orillas del Orinoco, el 25 de diciembre de 1820, en conmemoración del primer aniversario de la creación de la Gran Colombia. Después de la batalla de Carabobo (24.06.1821) y la consiguiente liberación de la capital, el empresario Ambrosio Cardozo mandó a edificar en 1822 un segundo teatro en terrenos de su propiedad ubicados entre las esquinas del Chorro y Las Sanabrias (hoy llamada Coliseo), el cual se convirtió inmediatamente en el principal centro de diversiones de la capital. Entre las primeras obras que se presentaron en este escenario se encuentra el sainete criollo El café en Venezuela de Isaac Álvarez Deleón. Años más tarde, a partir de 1835 y hasta finales del siglo XIX florecieron más de 40 pequeños teatros ocasionales y permanentes en Caracas, a la vez que se registró la llegada de compañías europeas atraídas por la afición teatral de los caraqueños. Uno de estos grupos actorales fue el del catalán José Robreño, quien en 1837 ofreció al público piezas ajenas como La misantropía y Ángelo, tirano de Padua. Según un anécdota de la época, en una pequeña obra humorística suya titulada Excelentísimo señor, se satirizaba con la figura del entonces vicepresidente encargado de la presidencia de la República, Carlos Soublette. Enterado éste del asunto, mandó a llamar a Robreño y le hizo leer el libreto frente a él. Luego de escuchar todo el texto Soublette se dirigió a Robreño y le señaló: "Efectivamente, veo que usted se burla un poco de mí, pero no está mal; yo esperaba algo peor. Venezuela no se ha perdido, ni se perderá nunca, porque un ciudadano se burle del presidente. Venezuela se perderá cuando el presidente se burle de los ciudadanos..." Después de esto, Robreño prosiguió sus representaciones, pero se abstuvo de volver a escenificar Excelentísimo señor. Continuar diciendo que el 23 de octubre de 1854 se inaugura en la capital de la República, el teatro Caracas, lo cual constituyó en un gran acontecimiento para la época. Para esta ocasión fue presentada la opera Ernani, de Giuseppi Verdi. En las décadas siguientes lo visitaron numerosas compañías, entre ellas la de la actriz Adela Robreño, llamada "la perla del teatro de las Antillas", en tiempos del mariscal Juan Crisóstomo Falcón, a mediados de 1860. También en el teatro Caracas fue estrenada en 1873 la primera ópera nacional llevada a escena, Virginia. Durante este tiempo la crítica teatral se difundió extensamente en periódicos como el Diario de Avisos y Semanario de las Provincias y El Porvenir, ambos de Caracas. En términos generales, la misma consistía en una amplia gama de conceptos, desde los comentarios más o menos bien documentados hasta aspectos referidos a la crónica social o a detalles del vestuario. Entre 1870 y 1888, período en el que dominó el escenario político Antonio Guzmán Blanco, se llevaron a cabo numerosas representaciones teatrales: comedias, zarzuelas, operas, sainetes. Asimismo, la inauguración en este lapso del teatro Guzmán Blanco (o Municipal), en enero de 1881, con El Trovador, de Verdi, le da un nuevo impulso a la afición a las representaciones dramáticas. Además de Caracas, en la segunda mitad del sigo XIX se construyeron edificaciones en otras ciudades. En Maracaibo, el teatro abre sus puertas en 1883; el de Puerto Cabello se inaugura en 1886 y el de Valencia lo tendrá en 1894. En el teatro Guzmán Blanco (Municipal) de Caracas, invitada especialmente por el presidente Joaquín Crespo, dará varios conciertos en 1885 y 1886 la pianista venezolana Teresa Carreño. Y terminar diciendo que A fines del siglo XIX, pese a las dificultades económicas y políticas experimentadas por Venezuela, se siguieron presentando obras teatrales de autores nacionales o activos en nuestro país tales como Casto Ramón López, Vicente Micolao Sierra, Felipe Esteves, Octavio Hernández, Eduardo Gallegos Celis. Entre todos estos destaca José María Manrique que da a temas como Un problema social (1880) y El divorcio (1885). En 1896, coincidiendo con la celebración del I Congreso Obrero realizado en Venezuela, se presenta en Caracas el drama de intención social Juan José, de Joaquín Dicenta, obra estrenada en Madrid el año anterior, que tenía por protagonista un obrero. En definitiva, el sainete característico del teatro criollo del siglo XIX continuará en el siglo XX, pero influenciado por otras tendencias artísticas.

Por otro lado tenemos el baile, de la cual podemos decir que no hay mucho que decir, a diferencia del teatro este arte no tuvo mucho desarrollo ni muchos sucesos durante este periodo por lo podemos decir los hechos mas importantes fueron: que el vals llegó a Venezuela en la primera mitad del siglo xix y se venezolanizó con compositores de la segunda mitad del siglo xx. Este tipo de vals que se transmite oralmente y se presenta con variantes, puede ser popular o folclórico, antiguo o anónimo. Ademas de esto se le añadieron ritmos americanos y se acelero la velocidad de la musica y el baile. Y el desarrollo de una serie de bailes como el joropo y la guasa, bailes que posteriormente tendiran un gran auje y gozarian de un gran éxito que se originan básicamente en el mestisaje entre el blanco y el negro, por ello se dice que son de origen afroamericano.

1 comentario:

ANDREINA PLAZA dijo...

excelente investigacion, es importante colocar la fuente de donde la sacaron, sigan asi, los felicito. 2 pts